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Día Internacional del Teletrabajo: ¿es posible un modelo 100% remoto en Ecuador?

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Ecuador | En Ecuador, el teletrabajo ha tenido una evolución marcada por altos y bajos. Según cifras del Ministerio de Trabajo, a mediados de 2022 se registraban 161.543 personas bajo esta modalidad, aunque el 84% lo hacía por emergencia sanitaria y apenas el 16% en esquemas permanentes. Hacia finales de ese mismo año, la cifra se redujo drásticamente de más de 2.500 contratos a solo 107, lo que evidenció la dificultad de consolidar el teletrabajo como una práctica sostenible en el país. 

En el contexto del Día Internacional del Teletrabajo (16 de septiembre), que resalta cómo esta modalidad puede pasar de ser una medida temporal a consolidarse como una estrategia de productividad sostenible, casos de éxito de empresas ecuatorianas e internacionales localizadas en el país dan cuenta que si es posible acogerse inclusive al 100%. Un ejemplo de ello es Drivin, compañía tecnológica de logística que ha logrado articular a 140 colaboradores bajo un esquema 100% remoto, con operaciones en Ecuador, Chile, México, Colombia, Perú, Brasil, España y varios países de Centroamérica. Este modelo le ha permitido gestionar más de 600 cuentas corporativas en 25 países y movilizar más de 50.000 vehículos diarios, sin necesidad de escritorios ni oficinas tradicionales. 

Para Enrique Ycaza, Gerente de Drivin Ecuador, el teletrabajo no es una alternativa temporal, sino un motor de expansión: “En Drivin creemos que el teletrabajo no es solo una modalidad, sino una estrategia que nos ha permitido crecer, innovar y atender a nuestros clientes en toda la región”.  

Algunas prácticas que pueden impulsar las empresas ecuatorianas para adoptar este esquema son: 

  • Invertir en tecnología confiable: desde plataformas de gestión hasta sistemas de ciberseguridad.
  • Medir resultados, no horas: los indicadores de desempeño deben ser el punto de referencia.
  • Promover el bienestar: políticas de flexibilidad y desconexión que reduzcan la fatiga laboral.
  • Fortalecer la cultura a distancia: encuentros virtuales o presenciales periódicos que refuercen la cohesión del equipo.
  • Comunicación digital efectiva: canales internos diseñados para responder con inmediatez y mantener fluidez en la operación.  

En un país donde aún se debate la viabilidad del trabajo remoto, casos como el de Drivin muestran que sí es posible liderar operaciones internacionales y consolidar una cultura corporativa sólida sin necesidad de oficinas físicas, convirtiendo lo que alguna vez fue una medida de emergencia en una verdadera ventaja competitiva.