Ecuador | En los últimos años, Ecuador se ha posicionado como uno de los países más emprendedores de América Latina, con una Tasa de Actividad Emprendedora Temprana del 33,37%. Esto significa que uno de cada tres ecuatorianos entre 18 y 64 años está iniciando un negocio. Sin embargo, la mayoría lo hace por necesidad: el 90,55% afirma haber emprendido ante la falta de empleo, aunque también existen motivaciones como generar riqueza, continuar tradiciones familiares o marcar una diferencia en el mundo.
Este panorama tiene consecuencias directas, pues la urgencia limita la sostenibilidad de los negocios: más del 31% cierran por falta de rentabilidad y apenas un 1,24% participa en sectores de media o alta tecnología. Aun así, comienzan a surgir señales positivas. En 2024 aumentó el porcentaje de productos y servicios innovadores, así como el uso de nuevas tecnologías en los emprendimientos tempranos.
El gran desafío para el país no es tener más emprendedores, sino mejorar la calidad y el impacto de los proyectos. Para lograrlo se requieren políticas que fortalezcan la educación emprendedora desde edades tempranas, fomenten la creatividad y el liderazgo, impulsen programas de mentoría y faciliten el acceso a financiamiento inclusivo. También es clave simplificar la formalización de negocios y descentralizar el ecosistema emprendedor para que las oportunidades lleguen a todas las regiones.
Ecuador ya ha demostrado su capacidad creativa, pero necesita transformar el emprendimiento por necesidad en emprendimiento por oportunidad. Solo con innovación, apoyo estratégico y compromiso colectivo podrá convertir esa fuerza emprendedora en un motor sostenible de desarrollo económico y social.